Comenzaré esta entrada con una contradictoria afirmación: La IA es el MAL.
¿Por qué contradictoria? Porque yo mismo uso la IA para mis portadas, en esta entrada del blog voy a explicar cómo.
Pero ¿si uso el MAL no soy malvado?
Cállate, vocecita interior; es lo que hay, y no va a cambiar. Va a ir a mucho, mucho más. Y esto no hay ya quien lo pare, por más injusto que sea.
El asunto de lo que la IA va a traer (y ha comenzado a traer ya) es muy peliagudo como para tratarlo a fondo aquí, que no procede ni soy quién para hacerlo. Pero lo que está claro es que la IA dedicada a hacer ilustraciones está creada a partir del robo y saqueo a todo artista que puso sus obras en internet (e incluso a los que no, que no veo yo a Goya subiendo sus cuadros a instagram). Eso es así, al igual que las IA's que escriben están hechas tras exprimir todo texto expuesto en la red, (de nuevo, incluso los que no). Que eso luego importe a la gente que lo usa o no, es otra cosa. A los que publican libros en Amazon usando IA's y se forran no parece que les disguste mucho ni tengan problemas morales con ello.
Sin embargo, esto ya es una nueva realidad. La humanidad ha cambiado, todo va a evolucionar de un modo que ni en las películas de ciencia ficción imaginaban. Porque la inteligencia artificial ha llegado, sí, pero no para ayudarnos con las tareas más ingratas, físicas y pesadas con las que la humanidad carga, que sería lo más lógico. Pues no, resulta que ha empezado por las ramas artísticas y creativas. Toma ya, Philip K. Dick, ¡que los robots nos salieron pintores!
El caso es que es inútil luchar contra ello. Incluso aunque se lograse algún avance en los derechos de los artistas que han sido pisoteados y se llegase a prohibir el uso de la IA generativa, tanto usuarios particulares como en otros países seguirían haciéndolo. Es una lucha perdida, una vez se ha abierto al público, no hay marcha atrás.
Así que, como parte damnificada (mis dibujos llevan muchos años en internet, en galerías de las que se nutrieron las IA's para ser creadas), tengo más derecho a usarlas que quien no ha dedicado un segundo a esforzarse en dibujar nada desde que salió del colegio. A ver si Juanita, la del quinto, va a usar la IA para hacer sus portadas sin saber ni lo de un seis y un cuatro y tengo tu retrato y yo, por cabezonería y orgullo, no. El daño ya está hecho, repito. Sobre las ruinas de lo que ha sido el arte, habrá que defenderse como se pueda.
¿Y si eras ilustrador, por qué no hiciste tú tus propias portadas?
Me lo preguntó mucha gente en su día. La razón era que no me veía a la altura de lo que quería. Curiosamente hice portadas para alguna editorial, pero quería algo distinto y más potente para mis novelas. Y como tampoco tenía dinero para pagar a quién me las hiciese, preferí no usar ilustración alguna en la primera edición que llevé a cabo. En lugar de eso, hice una imitación de un libro antiguo con ornamentos en metal, obviamente dibujados.
Tenían su encanto, pero no son muy buenas para vender libros, la verdad. En las modernas he mantenido algunos detalles de ellas, como las tipografías y el icono principal que uso en la portadilla interior.
Me pensé mucho cómo hacer las cubiertas de la edición de Amazon. En un mercado tan gigantesco, necesitas unas portadas que llamen la atención más que las de mi primera edición. Le di muchas vueltas a ese tema: traté de hacerlas yo mismo, lo cual descarté enseguida porque estaba en el momento más bajo de mis capacidades artísticas; hablé con un ilustrador conocido que, finalmente, no pudo encargarse; y, por último, en esos tiempos empecé a enredar con una IA generativa. Con ella di muchas vueltas y pruebas hasta darme cuenta del proceso que quería utilizar para ello, que es el que muestro a continuación.
Mi método
Soy aficionado a la fotografía, hace tiempo que no lo practico en profundidad, pero tuve un tiempo, con el auge de las cámaras digitales, en que salía a hacer fotos allá donde iba. Muchas veces salíamos a hacer fotos a bosques, pueblos, costas y en ocasiones hacíamos sesiones en plan friki con disfraces medievales y espadas (sí, lo de escribir fantasía épica no es algo repentino, es fruto de una vida de fliparse con el tema). A causa de ello, tengo un montón de documentación fotográfica que puedo usar para hacer algún montaje. Esto, por sí solo, no sirve para una portada, porque el presupuesto de cámaras y disfraces era el que era, reutilizábamos lo del carnaval y poco más.
Y aquí es donde entra la IA.
Elegí estas dos fotos que vais a ver a continuación:
una foto con la calle vacía, porque es un lugar muy turístico y pocas veces se ve así.
Realicé un montaje innoble, simplemente recortando al sujeto y colocándolo en la calle anterior. Uní una luna llena de otra foto que tenía, ennegrecí el cielo y lo enrojecí para evocar un incendio que tiene lugar en el libro. Oscurecí la calle y al protagonista y quedó esta chapuza que ni intenté integrar apenas, solo juntar los elementos.
Nótese que traté de ajustar la espada de Kriegard a la del libro, así por encima.
Este pastiche de fotos lo pasé a la IA y le describí la escena para guiarla en lo que quería y que no se fuese por los Cerros de Úbeda; dio igual, porque lo hizo de todos modos. No recuerdo cuántos intentos me llevó llegar a un resultado medio digno, pero más de cincuenta, fijo. Algunas de las que salieron mal son estas:
Ojo a las manos mutantes en la mayoría de ellas.
Y, por fin, salió una medio digna:
una figura principal que me gustaba en una atmósfera amenazante y oscura.
A primera vista se veía bastante bien. Pero en cuanto empecé a fijarme, vi errores por todas partes.
Así que tocó remangarse y meter horas retocando todos los despropósitos que me había creado. Algunos fueron más sencillos y otros más complicados, pero mis años practicando retoques fotográficos me vinieron muy bien. Y, por fin, obtuve lo que buscaba:
de uso a la armadura, modifiqué parte del fondo, ajusté los colores, etc.
Y ese mismo método lo usé con las otras dos; en las portadas de Los ojos llenos de noche tan solo usé la IA para los rostros, el resto es todo montaje a mano.
En alguna ocasión, en la saga de las Guadañas Gemelas, tuve que dibujar previamente sobre la foto original, porque no acababa de guiar a la IA hacia donde quería y tuve que forzarlo. Pero, sea como sea, no es un proceso de pin, pan, dame la portada. Me llevó mucho tiempo y muchos intentos, no me conformo con lo primero que sale. Sé que las IA's más modernas son mejores y lo hacen todo de modo mucho más preciso, pero me gusta que se mantenga ese toque personal en el proceso. Y creo que el resultado merece la pena.
¿Y consideras que lo que haces son ilustraciones originales o arte?
Rotundamente NO. Aunque sean obras únicas en las que he intervenido con retoques y fotos propias, no lo considero arte en absoluto. Nadie que use las IA's debe considerarse un artista, y me repatea cuando veo a alguien que sí lo hace. Es como considerarse un chef robando platos hechos en otros restaurantes y presentándolos como propios. El uso de estas tecnologías tiene más que ver con la programación, con crear una buena instrucción (o prompt), que con cualquier forma de arte. Si el resultado final tiene la apariencia de algo creativo y original es solo porque lo eran aquellos a quienes se les han robado sus obras para alimentar la IA.
En el caso de lo que yo hago para las portadas lo considero un montaje más que otra cosa, pero jamás lo tomo como una ilustración original.
Algún día espero poder tener portadas hechas por auténticos ilustradores. Creo que es algo que, sobre todo a partir de ahora, va a ser un toque de diferenciación. Hasta entonces, no me queda otra que aliarme al MAL, por más que me pese.
